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La puesta en escena de sus mensajes

Palabras, voz y cuerpo

La puesta en escena de sus mensajes. Palabras, voz y cuerpo

 

Resumen

Esta obra plantea una mirada integral a la comunicación oral, aportando conocimientos, experiencias y herramientas en los aspectos verbales y no verbales. Para tal fin, retoma saberes de la fonoaudiología, la locución, la fisiología de la comunicación, el teatro, el periodismo y las ciencias humanas, con miras a lograr una aproximación interdisciplinar al alcance de las personas del común, al tiempo que brinda aportes teórico-prácticos de utilidad para investigadores y consultores.

A través de descripciones detalladas y fundamentadas se hacen algunas aproximaciones, especialmente en lo relacionado al manejo de la voz y el cuerpo en la comunicación oral, las cuales frecuentemente han causado perjuicios y dificultades frente al reto de lograr una comunicación armónica y efectiva. Aunque se busca que esta obra sea de utilidad para la comunicación política, corporativa y docente su alcance va más allá, pues considera facetas de la comunicación cotidiana que resultarán de utilidad prácticamente en todo contexto.

Palabras clave: Comunicación, fonoaudiología, artes escénicas, lenguaje corporal,  comunicación de voz, comunicación oral, sistemas de procesamiento de la voz, trastornos de la voz.

 

The staging of your messages. Words, voice, and body

 

Abstract

This work proposes a comprehensive view of oral communication, providing knowledge, experiences, and tools regarding its verbal and non-verbal aspects. To this end, it resorts to knowledge from the areas of speech therapy, oral expression, the physiology of communication, theater, journalism, and human sciences, seeking to achieve an interdisciplinary approach within the reach of ordinary people, while providing useful theoretical-practical contributions for researchers and consultants.

Detailed and well-founded descriptions help to approach the topic, especially in relation to voice and body management in oral communication, which has frequently caused problems and difficulties when facing the challenge of achieving harmonious and effective communication. Although this work is intended to be useful for political, corporate, and pedagogical communication its scope goes further, as it considers different facets of daily communication, which will be beneficial in virtually any context.

Keywords: Communication, speech therapy, performing arts, body language, voice communication, oral communication, voice processing systems, voice disorders.

 

Citación sugerida

Hernández Avendaño, I. C. & Díaz Ochoa, R. F. (2018). La puesta en escena de sus mensajes. Palabras, voz y cuerpo. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario.

DOI: doi.org/10.12804/tm9789587841282

 

La puesta en escena
de sus mensajes

Palabras, voz y cuerpo

 

 

 

 

 

IVETTE CONSUELO HERNÁNDEZ AVENDAÑO

RAÚL FERNANDO DÍAZ OCHOA

Hernández Avendaño, Ivette Consuelo

La puesta en escena de sus mensajes. Palabras, voz y cuerpo / Ivette Consuelo Hernández Avendaño, Raúl Fernando Díaz Ochoa. -- Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2018.

xxviii, 242 páginas.

Incluye referencias bibliográficas.

Fonoaudiología / Artes escénicas / Comunicación oral / Sistemas de procesamiento de la voz / Trastornos de la voz / I. Universidad del Rosario / II. Título / III. Serie.

612.78 SCDD 20

Catalogación en la fuente – Universidad del Rosario. CRAI

LAC  Julio 25  de 2018

Hecho el depósito legal que marca el Decreto 460 de 1995

 

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©  Editorial Universidad del Rosario

©  Universidad del Rosario

© Ivette Consuelo Hernández Avendaño,

Raúl Fernando Díaz Ochoa

 

Editorial Universidad del Rosario

Carrera 7 Nº 12B-41, oficina 501

Teléfono 297 02 00 Ext.: 3112

editorial.urosario.edu.co

Primera edición: Bogotá D. C., octubre de 2018

 

ISBN: 978-958-784-126-8 (impreso)

ISBN: 978-958-784-128-2 (ePub)

ISBN: 978-958-784-127-5 (pdf)

DOI: doi.org/10.12804/tm9789587841282

 

Coordinación editorial: Editorial Universidad  del Rosario

Corrección de estilo: Lina Morales

Diseño de cubierta y diagramación:
Precolombi EU-David Reyes

Desarrollo ePub: Lápiz Blanco S.A.S.

 

Hecho en Colombia

Made in Colombia

 

Los conceptos y opiniones de esta obra son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no comprometen a la Universidad ni sus políticas institucionales.

 

El contenido de este libro fue sometido al proceso de evaluación de pares, para garantizar los altos estándares académicos. Para conocer las políticas completas visitar: editorial.urosario.edu.co

 

Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo por escrito de la Editorial Universidad del Rosario.

Autores

Ivette Consuelo Hernández Avendaño

 

Fonoaudióloga de la Universidad del Rosario, certificada en Rehabilitación Vocal en la Universidad UNCIF de Santiago de Chile. Fue actriz y ha realizado estudios de oratoria y locución. Es la creadora de una metodología que integra los aspectos fisiológicos, discursivos y escénicos, para el desarrollo de las habilidades de comunicación oral. Ha entrenado a reporteros y presentadores de las cadenas CNN en español y UNIVISIÓN-Tampa (EE. UU), RCN, Caracol y CityTV (Colombia), Ecuavisa y Teleamazonas (Ecuador). Asesora en el desempeño ante audiencias y medios de comunicación a altos funcionarios del estado, integrantes de la cúpula militar de Colombia y a presidentes de compañías, alta gerencia y directivos, de empresas nacionales e internacionales. Es fundadora y socia-consultora de la firma ELOQUENTEM SAS. Docente en la especialización de Marketing Político de la Universidad Externado de Colombia.

 

 

Raúl Fernando Diaz Ochoa

 

Especialista en periodismo y magíster en comunicación, con más de diez años de experiencia en consultoría en comunicación estratégica con diversos clientes del sector público, privado y social. Se ha desempeñado como asesor de entidades como el Ministerio de Transporte, el Departamento Nacional de Planeación y la Agencia Nacional de Tierras. Varios años de experiencia en venta consultiva en los sectores de telecomunicaciones y de comunicaciones estratégicas. Ha desarrollado diversos talleres de vocería institucional y asesorías personalizadas para múltiples líderes de opinión en Colombia, incluyendo la formulación y ejecución de estrategias integrales de comunicación a todo nivel. Hace parte del equipo consultor de ELOQUENTEM SAS. Fue merecedor de la Medalla al Mérito Javeriano por su rendimiento académico y su trabajo de grado de maestría, relacionado con prácticas de comunicación, resistencias y heteronormatividad ha sido postulado para recibir Mención Honorífica.

Agradecimientos

 

 

 

 

 

Los libros, como la vida, se van desarrollando por etapas y se van escribiendo de la mano de muchas personas que engrandecen, plantean retos y aportan experiencias, algunas en interacciones directas y otras con aportes tangenciales.

Mi eterno agradecimiento es a Dios, fuente de mi vida, de mi pasión y de mi misión, las cuales, desde hace varias décadas, se han centrado en la comunicación.

La primera etapa de esta obra transcurrió durante los años de estudio en la Universidad del Rosario, y durante los casi diez años de ejercicio de la fonoaudiología clínica. Las experiencias con los pacientes y la participación de los diversos profesionales en rehabilitación me permitieron valorar la trascendencia de la comunicación oral y comprender la imperiosa necesidad de abordarla con una mirada enriquecida, gracias a la contribución de diversas disciplinas y el trabajo en equipo.

La segunda etapa se dio cuando empecé la aventura de mezclar los conocimientos fisiológicos y clínicos que aporta la fonoaudiología con los escénicos que suma el teatro, iniciativa que en su momento no fue bien recibida por algunos profesionales del área de la salud y de la comunicación a quienes se las presenté, pero en la que me pude mantener gracias al entusiasmo con el que acogieron este proyecto y a las enseñanzas que me proporcionaron Martín Rosas, periodista; el maestro Jaime Botero, fundador de la Academia Charlot (escuela de formación actoral) y Yadira Chávez, gerente y directora de dicha institución.

La tercera etapa se dio cuando la Dra. Graciela Maglia (PhD en Literatura) me convocó para trabajar con ella en un proyecto de Talleres Especializados en Comunicación Oral para Alta Gerencia, en la Universidad CESA (Centro de Estudios Especializados en Administración). La profundidad de sus conocimientos, el rigor de su trabajo investigativo y su convicción en la integridad con la cual se debe enfocar el entrenamiento en comunicación, a partir de los aspectos discursivos, escénicos y fisiológicos-clínicos, fueron el fundamento para lo que hoy constituye la metodología que sustenta este libro y también una plataforma de lanzamiento para mi labor como consultora en lo que considero mi misión vital: el desarrollo y disfrute de las habilidades de comunicación oral como vehículo de mejores oportunidades personales, laborales y sociales. Me quedo corta en palabras para resaltar la influencia e inspiración que aportó a mi vida la Dra. Maglia.

Nueve años después el Dr. Adyel Quintero (PhD en Ciencias sobre Arte) se unió a este proyecto y lo enriqueció con su basta experticia como especialista e investigador de las artes escénicas y desde entonces hemos sido compañeros inseparables de labores y experiencias en el campo de la consultoría. A ello se unió posteriormente Carolina Orjuela, comunicadora social y estratega en comunicación, quien convocó a profesionales de diferentes disciplinas, en especial del oficio periodístico, y gracias a su gestión y gran intuición conformamos el equipo de Eloquentem, empresa dedicada a la asesoría y consultoría especializada en comunicación.

El impulso definitivo para este texto se dio gracias al Dr. Juan Felipe Córdoba (Doctor en Historia, director de la Editorial Universidad del Rosario y actual presidente de la Asociación de Editores Universitarios de Colombia), quien con gran generosidad y apertura escuchó el proyecto del presente libro y me estimuló y guió para concretarlo. Gracias a su apoyo, a sus indicaciones y a la convicción en la importancia de este enfoque de la comunicación oral, este libro no habría sido posible.

Agradezco también a Santiago Correa, comunicador social y fotógrafo a cargo de las imágenes de esta publicación; a Sebastián Machado y Alejandra Rosas, quienes aceptaron ser los ‘modelos’ para dichas fotografías; y a Daniel Castañeda, por las ilustraciones. Y como este libro contempla también los aspectos vocales de la comunicación oral, agradezco a Adriana Serna (una voz de ‘oro’ de la locución nacional e internacional); a Jeffer Poveda y a Santiago Correa, quienes interpretaron los textos correspondientes al entrenamiento del canal vocal; y a Gabriel Acosta, ingeniero de grabación y productor musical, quien con gran detalle y dedicación se encargó del registro y edición del material de audio, y nos aportó valiosas sugerencias en ese sentido.

Por supuesto, mi agradecimiento y admiración a mi cómplice y compañero en la escritura de este documento, al comunicador y periodista Raúl Díaz, su dedicación, su ingenio y sus conocimientos no solo se circunscribieron al capítulo dedicado al canal verbal, sino que estuvieron presentes en la redacción de todo el material.

Así mismo, extiendo mis agradecimientos a los alumnos y participantes en las clases, talleres y asesorías, y a los consultores, quienes con sus preguntas, debates y comentarios han nutrido y dado solidez a los conocimientos y experiencias registrados en este libro.

Finalmente, y de manera destacada, agradezco a mi familia, tanto a mi pareja y compañero de vida, como a mis hijos, madre y hermanas, quienes soportaron mis ausencias y ensimismamiento durante la elaboración de este texto, además de revisar y contribuir con cariño, interés y paciencia en la elaboración del material escrito, fotográfico y de audio.

Y este agradecimiento se extenderá a las personas que lo lean, lo apliquen, lo cuestionen, lo enriquezcan y compartan con nosotros la convicción de que la comunicación ha de ser empleada como una invaluable herramienta para armonizar y transformar la vida.

 

IVETTE CONSUELO HERNÁNDEZ AVENDAÑO

Introducción

 

 

IVETTE CONSUELO HERNÁNDEZ AVENDAÑO

 

 

 

 

 

La obra que usted tiene en sus manos es fruto de una pasión académica, profesional y personal por la comunicación oral, la cual inició, sin que ni siquiera yo misma fuera consciente de ello, mientras cursaba mis estudios en fonoaudiología.

A pesar de que había llegado a la carrera impulsada por un enorme deseo de trabajar con las voces de los actores, y de que dedicaba parte de mi tiempo al teatro, cuando ya estaba a punto de culminar mi pregrado enfrenté una situación complicada: me lo desaconsejaron. Mis docentes me sugirieron dedicarme a la neurología, pues veían en mí un enorme potencial en esa área, al tiempo que encontraban mi voz desagradable, incluso una de las más desagradables de la Facultad, lo cual veían como una desventaja para trabajar con profesionales de la actuación.

No era que padeciera una patología, pero el timbre de mi voz se percibía agudizado, con una gangosidad particular. Como mi manejo del volumen era inapropiado, obtenía como resultado un sonido chillón y estridente. A ello se sumaba que atropellaba las palabras, que no coordinaba la respiración y que las pocas pausas que empleaba eran arbitrarias, lo que en ocasiones hacía ininteligible lo que decía.

Eran tiempos en que se abordaba el tratamiento de la voz hablada solo desde la detección y rehabilitación de alteraciones declaradas como patológicas, por tal razón no se pensaba que una voz normal pudiese embellecerse. Simplemente se apuntaba a perfeccionar algunos aspectos mecánicos y se creía que las voces ‘bellas’ eran cuestión de nacimiento: un premio que los genes daban a algunos y negaban a otros. Al fin de cuentas, el timbre vocal, al ser analizado acústicamente, era una característica individual inmodificable, como la huella digital.

Ante tal panorama, me propuse trabajar sobre mi articulación de las palabras, y sobre la coordinación de mi respiración con la emisión vocal, pero renuncié a trabajar con actores, con la misma resignación que lo haría una persona a la que le indican que no tiene oído musical y que, por ende, no le es posible ser entrenador de cantantes. Y, efectivamente, trabajé durante siete años en el área de rehabilitación de los trastornos neurológicos que afectan la comunicación y en el tratamiento de patologías vocales.

Un día, un paciente que había llegado con una afonía como consecuencia de una parálisis de cuerda vocal, y a quien rehabilité mediante el desarrollo de una voz de suplencia,1 hizo un comentario que despertó en mí nuevos interrogantes sobre mis viejas inquietudes. Él dijo: “¿Quién creería que tengo una cuerda dañada? Mi voz suena como normal”. Al oírlo me hice el siguiente planteamiento: “Si las herramientas fonoaudiológicas sirven para lograr que una voz con patología suene como normal, también tienen que servir para que una voz normal llegue a ser percibida como bella… y la mía va a ser una evidente prueba de ello”.

A partir de ese momento inicié un proceso de estudios y de revisiones bibliográficas; de exploración en mí, en amigos y conocidos; y, luego, en estudiantes de actuación, presentadores y reporteros de televisión. Y así, progresivamente, me fui encontrando con rutas complementarias y muy afines a los saberes de la fonoaudiología, tales como la oratoria, el teatro, la locución y las técnicas periodísticas, ya que comparten un objeto de estudio y de desempeño común: la expresión oral. El compartir experiencias personales y laborales con profesionales de dichas disciplinas condujo a la conformación de un equipo enfocado en el desarrollo de las habilidades de comunicación oral.

Ese enfoque multidisciplinario de la comunicación amplió nuestra visión: no se trata de un manejo aislado de la voz, como sonido, producido por el sistema fonador; o del habla, como la producción de sonidos articulados. Además, tiene que ver con un cuerpo que, en muchos casos, limita el manejo de la voz; con temores, ansiedades e inseguridades que afectan también la habilidad discursiva; y con un desconocimiento sobre cómo lograr una adecuada estrategia de entrega de los mensajes según los diversos interlocutores y los contextos específicos de cada caso. Pero, más en profundidad, consiste en un divorcio de nuestra manera orgánica, libre y auténtica de expresarnos. Se trata, en resumen, de una incompetencia para encontrar y recorrer lo que Díaz (2003) denomina “los caminos interiores de la voz” (p. 267).

Llegamos a la conclusión de que la comunicación oral puede compararse con una puesta en escena, en donde se requiere de la ejecución armónica de un guion: el mensaje verbal, una partitura apropiada para dicho mensaje definida por el uso de la voz y una escenografía que lo respalde, construida mediante la expresión del cuerpo, la apariencia personal, el manejo del escenario (salón, auditorio o espacio abierto) y de los elementos de apoyo (micrófonos, ayudas audiovisuales y notas, entre otros). Esta mirada integral a la comunicación oral encontró respaldo en los métodos y propuestas de maestros e investigadores del teatro, tales como Stanislavski (1986), Grotowski (2002), Barba (1991), Johnstone (2003), y de experimentos como los realizados por Mehrabian (1971), quien tuvo en cuenta la relación entre las palabras, el cuerpo y la voz, para su estudio sobre las actitudes y sentimientos de las personas cuando la comunicación verbal es altamente ambigua, por tratarse de una situación en la que no existe la información suficiente acerca de las relaciones entre el emisor y el receptor. Aunque los resultados de sus investigaciones fueron mal interpretados por muchos y dieron pie a publicaciones erróneas y mitos alrededor del tema, nos ha servido de base para enfocar nuestro análisis de la comunicación oral a partir de la interacción de tres canales: el canal verbal (las palabras), el canal vocal (la voz y el habla) y el canal visual (expresión corporal, apariencia y manejo de elementos de apoyo).

El reto que se nos imponía en ese momento consistía en lograr una metodología que de manera práctica, sencilla y efectiva permitiera una ejecución armónica entre los tres canales en función de un desempeño comunicativo destacado, natural y cómodo en situaciones particularmente demandantes. En este propósito, nos han sorprendido varias cosas, tales como el desconocimiento que hay en muchas publicaciones no científicas acerca de la voz hablada; lo inaccesibles y difíciles de aplicar que resultan varias publicaciones científicas relacionadas con la voz para las personas que no pertenecen al campo de la foniatría;2 y la cantidad de falacias y recomendaciones sin fundamento que abundan en las redes respecto al manejo de la expresión corporal y del desenvolvimiento en un escenario, por ejemplo: “Iniciar siempre con un chiste para romper el hielo” (lo cual no es pertinente ni para todas las personas ni en todos los contextos); “Disminuir el nerviosismo centrándose en una sola persona y dedicándole la exposición a ella o mirando por encima de los presentes” (con lo cual no se disminuye el nerviosismo, sino que se afecta la interacción con la audiencia); “Mantener un lapicero en las manos para que sirva de apoyo” (al no saber manejar los movimientos de las manos, el objeto termina convirtiéndose en un elemento distractor); “Entrar al escenario con los brazos levantados y una sonrisa para mostrarse poderoso” (lo que ocasiona falta de naturalidad); “Levantar el mentón para verse con autoridad”, “Hablar con el estómago impulsando el aire con fuerza desde los músculos del abdomen”, “Exagerar los movimientos de los labios y pronunciar con más fuerza las consonantes para lograr una pronunciación más clara” (todo ello genera desequilibrios musculares que menguan la comodidad y pueden desencadenar trastornos vocales).

Adicionalmente, pese a que la comunicación oral tiene que ver con la vida en cada punto de su desenvolvimiento, gran parte de la población adulta experimenta inseguridad e inhibición cuando se dirige a interlocutores en situaciones en las cuales se siente evaluado y que revisten trascendencia para su proyección personal o profesional, y, por ende, ha perdido oportunidades valiosas por no haber accedido a un entrenamiento oportuno de sus habilidades.

Con frecuencia las personas a quienes asesoramos en nuestro trabajo de consultoría3 expresan su temor a hablar en público con expresiones como: “Sufro horriblemente cuando tengo que dirigirme a una audiencia”, “Siento que voy a hacer el ridículo”, “No resulto creíble”, “Voy a ser criticado”, “Me tiembla todo”, “A pesar de que preparo el tema, quedo en blanco cuando me pongo frente al público”, “No sé qué hacer con las manos” y “Se me ahoga la voz”.

A esto podemos sumar otras frases referidas a la frustración que produce un desempeño comunicativo deficiente: “Ese profesor es brillante y ha hecho publicaciones valiosas, pero es mejor leerlo que oírlo”; “No fui capaz de ir a exponer mi trabajo y me robaron el crédito”; “No dije lo que iba a decir porque me pareció tonto… alguien más levantó la mano y dijo lo mismo y fue elogiado”.

Las investigaciones son reveladoras al respecto de que “intervenir o hablar en público es considerado por adultos y adolescentes como una de las situaciones sociales más difíciles”, como lo afirma Bados (2005, p. 5, retomando los trabajos de Harris y Brown, Walker y Forde, Argyle y Stein). De hecho, una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid, realizada por Montorio, Guerreo e Izal (como lo citan Méndez, Inglés e Hidalgo, 1999, p. 66), con una muestra de 403 estudiantes, arrojó que solo el 8 % de ellos no ­experimentó ninguna dificultad para hablar en público, mientras que el 45 % informó de una enorme dificultad. El 70 % de quienes la sufrieron reportó que esta interfiere en su vida, el 76 % señaló que evitaban hablar en público al menos alguna vez al año y el 65 % dejaba de realizar actividades que implicaran hablar en público.

Por todo lo anterior, estamos seguros de que en la medida en que una persona logra expresar sus ideas con determinación y entusiasmo robustece su seguridad personal, amplía en gran medida sus posibilidades de establecer relaciones de calidad e incrementa sus oportunidades sociales de todo tipo. “Cuando la personalidad se expresa, se obtiene el derecho al bienestar. Todas las dificultades de la búsqueda se verán compensadas cuando se encuentra la propia expresión, la propia voz” (Díaz, 2003, p. 270).

Con esto en mente, hemos desarrollado el presente material, que recoge las experiencias y el trabajo de todo el equipo consultor de nuestra empresa, con la meta de que sea de utilidad a las personas interesadas en potenciar su comunicación oral y en entender la comunicación de forma más amplia e integral, tomando en cuenta para ello elementos de las artes escénicas, de la fonoaudiología y otras ciencias médicas, de las humanidades y del periodismo.

Este libro incluye una clasificación (lo vocal, lo visual y lo verbal) que empleamos en nuestro equipo para efectos de estudio, comprensión y manejo de las herramientas en función del entrenamiento. No obstante, desde este punto es importante dejar en claro que, en la práctica, tal separación no existe, cada aspecto está íntimamente relacionado con el otro.

En el primer capítulo se describe la metodología que hemos estructurado, como equipo consultor, para el desarrollo de habilidades de comunicación oral. En función de ello, nos valemos de tres aspectos complementarios: la relación de los textos con los contextos y los subtextos, los ‘juegos de estatus’ y la ‘puesta en escena’ a través de los tres canales: verbal, vocal y visual. Todo esto en función de propiciar la naturalidad escénica, entendida como una comunicación genuina, cómoda y armónica que se traduzca en desempeños de alto nivel, es decir que impacten favorablemente sobre la percepción de las audiencias logrando intervenciones efectivas y memorables.

El segundo capítulo, “Canal visual: la escenografía de su mensaje”, se centra en el manejo seguro, congruente y definido de la expresión corporal y el desenvolvimiento en el escenario. Por el desarrollo de la temática, no incluimos otros aspectos que pertenecen al canal visual, como son el manejo de los elementos de apoyo (fichas, notas, atril, ayudas audiovisuales) o la presentación personal (vestuario, accesorios y maquillaje). Este capítulo cuenta con abundante material fotográfico para ilustrar las técnicas y recomendaciones proporcionadas y facilitar su puesta en práctica.

El tercer capítulo, “Canal vocal: la partitura de su mensaje”, presenta de manera sencilla y progresiva los conceptos y pasos para el desarrollo armónico de la voz, comprendida como el manejo del sonido; y del habla, entendida como la articulación de las palabras. Este capítulo se apoya tanto en fotografías como en audios que sirven de guía para la práctica de los ejercicios vocales. Para acceder a dichos audios, usted puede ingresar al link que aparece en el capítulo.

El cuarto capítulo, “El guion de su mensaje: herramientas verbales”, está dirigido a la revisión de los conceptos y herramientas que el equipo consultor ha identificado como fundamentales, con miras a lograr un adecuado uso de las palabras, el lenguaje y el discurso, para lograr interacciones comunicativas atractivas, memorables y que conduzcan a acciones concretas.

El quinto capítulo, por su parte, ofrece algunas conclusiones y perspectivas sobre este amplio campo de estudio, unas dirigidas a la academia, otras a los equipos de consultores y otras más para las personas que, a pesar de que dedican sus vidas a temas distintos al estudio de la comunicación, se valen de ella a diario para sus vidas profesionales y personales.

Al final, en el apartado de “Anexos”, incluimos una tabla comparativa entre un desempeño comunicativo efectivo y un desempeño comunicativo deslucido; un paralelo entre las características de la onda (cualidad acústica), las características del sonido (cualidad vocal) y los recursos expresivos correspondientes (cualidad expresiva). Adicionalmente, incluimos recomendaciones para el cuidado de la voz y pautas para hablar por micrófono.

Ya la historia de las ciencias de la salud nos ha enseñado ampliamente que nuestra misión va más allá de ‘curar lo que está enfermo’, e incluye ir un paso adelante de la enfermedad y potenciar el alto rendimiento y desempeño de las personas para que puedan cumplir sus metas de una manera armónica con su organismo.

Más allá del comprensible y valioso enfoque clínico de sanar enfermedades, la propuesta de este texto teórico-práctico es trascender los mínimos funcionales para incrementar las posibilidades de disfrutar y destacarse al abordar diversos desafíos comunicativos. Lo que exponemos en estas páginas es el resultado de una amplia experiencia interdisciplinaria, observando, analizando y potenciando los desempeños de personas que se desenvuelven en diferentes escenarios, que nos han planteado retos de diversa índole, a la vez que han ampliado nuestra visión, nuestra manera de entender y ­abordar dichos desafíos. No hay razón para que la comunicación oral sea una barrera, en vez de ser lo que está destinada a ser: un fluido elemento de conexión e interacción con las otras personas y el mejor medio para dar a conocer y posicionar nuestras ideas, nuestras acciones, nuestras visiones, nuestros anhelos y, como resultado, destacarnos en las áreas personales, sociales y laborales.

La experiencia contenida en este libro ha de ser vista como una investigación cualitativa, exploratoria y preliminar, que avanza en su proceso de sistematizar cada vez más información y más estudios de caso, y que busca abrir nuevas puertas al conocimiento de la comunicación oral integrando diversas miradas profesionales: que la escritura sea en equipo entre una profesional de la fonoaudiología y un profesional de la comunicación y el periodismo es muestra de esto, así como las múltiples colaboraciones de profesionales de otras áreas. También el hecho de que los capítulos referentes a los canales se interconecten frecuentemente es coherente con esta apuesta de miradas múltiples y de diálogos de diversos saberes.

Adicionalmente, esta propuesta de generación de conocimiento trae implícita una meta ambiciosa: lograr que el conocimiento que se ha desarrollado para dar manejo a algunos problemas, e incluso patologías relacionadas con la comunicación, pueda convertirse en una herramienta útil y asequible para quienes tienen una comunicación sin alteraciones y buscan desde prevenir problemas hasta potenciar su desempeño.

Consideramos que este texto puede ser visto desde tres perspectivas: la de la investigación científica, tomando este material como una documentación exploratoria de ­experiencias profesionales prácticas; la de la consultoría, entendiendo que el campo aún tiene pendientes múltiples desarrollos científicos; y la de la persona del común que quiere mejorar sus habilidades comunicativas e incrementar así la calidad de sus interacciones cotidianas. Las tres perspectivas nos resultan igualmente valiosas y las tuvimos en cuenta al momento de escribir cada línea que hemos puesto a su disposición.

¡Atrevámonos a innovar en nuestra comunicación, explorando campos antes ignorados sobre los cuales, por fortuna, en la actualidad hay un interés creciente y diversos enfoques! Así podremos contribuir al desarrollo de sociedades más armónicas y creativas.

Notas

1 Voz que reemplaza a la voz normal y que se obtiene modificando o empleando alguna estructura o función del sistema fonador. En el caso mencionado, se hipertrofia la banda ventricular (‘cuerda vocal falsa’) del mismo lado del pliegue paralizado, para que esta contacte con el pliegue que está preservado y genere una vibración que permite una voz ligeramente agudizada y estrecha, pero completamente funcional.

 

2 Rama de la medicina que trata el estudio, diagnóstico y tratamiento de las alteraciones del lenguaje, la audición, el habla, la voz, la motricidad oral y la deglución.

 

3 Somos parte del equipo consultor Eloquentem SAS, compañía de asesoría en comunicación, en Bogotá (Colombia).

Primer capítulo
La puesta en escena
de la comunicación oral

 

 

RAÚL FERNANDO DÍAZ OCHOA

IVETTE CONSUELO HERNÁNDEZ AVENDAÑO

 

 

 

 

 

El mundo entero no es, por cierto, un escenario, pero no es fácil especificar los aspectos fundamentales que establecen la diferencia.

ERVING GOFFMAN (2009, p. 87).

 

En su libro La presentación de la persona en la vida cotidiana, Erving Goffman (2012) hace un paralelo entre el desempeño de los actores en escena y la interacción comunicativa de las personas en sus escenarios diversos: familia, amistades, empresa, escuela, entre otros. Y aunque no todas las condiciones propias de un escenario actoral son las mismas en nuestra vida cotidiana, las coincidencias son muchas y nos llevan, al igual que a un actor, a asumir diferentes roles, a desear proyectar la imagen apropiada, el desenvolvimiento más destacado, y a enfrentar desafíos de diversa índole para lograrlo.

La psicóloga Amy Cuddy detalla estas exigencias de la vida cotidiana: “La mayoría de las personas se enfrentan a retos estresantes cada día. En cualquier rincón del planeta hay personas de todos los ámbitos de la vida intentando reunir el valor para hablar en clase, presentarse a una entrevista, asistir a una audición para recibir un papel, hacer frente a una dificultad cotidiana, defender aquello en lo que creen o simplemente encontrar paz siendo quienes son” (2016, p. 20).

Y es que, para muchas personas, la espontaneidad y desenvoltura que caracterizan a una comunicación cotidiana parecen esfumarse ante escenarios que, por una u otra razón, son de alta exigencia. Esto se traduce en una fractura entre lo que desean proyectar y su desempeño comunicativo real, cayendo en interacciones predecibles y acartonadas, o, en el peor de los casos, en puestas en escena erráticas, contradictorias e, incluso, embarazosas.

¿Cómo restablecer la armonía, la organicidad y la vitalidad requeridas en dichos escenarios? ¿Cuáles son las herramientas y técnicas para lograr la puesta en escena de nuestras características comunicativas individuales más diferenciadoras y efectivas?

Responder estas preguntas constituye la razón de ser del equipo de profesionales que durante muchos años ha venido explorando, sin pausa, la puesta en escena de muchas personas, con la intención primaria de apoyarlos en sus desafíos, y con el propósito de profundizar los conocimientos teórico-prácticos de este amplio campo de estudio.

Claramente, este equipo consultor se ha basado en conocimientos preexistentes. El reconocimiento de la comunicación oral como algo que va más allá de las ideas y los conceptos gramaticalmente expresados, y que se relaciona con el cuerpo, la voz y las palabras seleccionadas por quien habla, es una línea de pensamiento y estudio que tiene una amplia trayectoria dentro de los estudios filosóficos, lingüísticos y comunicativos, específicamente dentro del área de la pragmática.

La pragmática o pragmalingüística (Portoles, 2004; Escandell, 1996) le da gran relevancia al valor del contexto en la interpretación de un significado, entendiendo este contexto como todo aquello que puede considerarse extralingüístico. De tal manera, se entiende que las inferencias sobre lo dicho son parte integral de la comunicación, yendo más allá de lo puramente gramatical, con la implicación de que lo que se dice supera las palabras mismas, haciendo posible que quienes hablan puedan detectar y diferenciar las afirmaciones literales, por ejemplo, de las irónicas.

Esto finalmente lleva a ver a la comunicación como algo capaz de trascender el significado asignado a una palabra o frase, dependiendo del contexto, es decir, dándoles mayor relevancia a las personas y a las situaciones, sin que esto signifique de ninguna manera descartar totalmente el valor de lo literal.

Con ese punto de partida, es posible abordar la comunicación considerando múltiples aspectos que trascienden la gramática, y las palabras mismas en sus significados canónicos, y teniendo en cuenta otros elementos, tales como lo que hacen quienes hablan, con la voz y con el cuerpo (además de la indumentaria y el entorno, que en últimas brindan claves significativas para interpretar lo que se dice).

Los planteamientos que se comparten en el presente texto parten de este marco teórico, incluyendo de forma paralela elementos fonoaudiológicos, periodísticos y de desenvolvimiento escénico, desde la perspectiva del teatro, usando la pragmática como un punto de encuentro de todos estos elementos lingüísticos y extralingüísticos que tienen que ver con la comunicación.

Esto implica la aceptación de que lo que se dice no es siempre exactamente lo que se quiere decir, ni es exactamente lo que se escucha. Y que, en todo caso, para que estas tres cosas se acerquen lo más posible la una a las otras, es necesaria una consideración permanente del contexto, más allá de la gramática y de la literalidad, tomando en cuenta aspectos como las identidades y las circunstancias, para entender cómo la comunicación se sigue dando de forma efectiva en este contexto, y también cómo en algunos casos no se da.

Algunos de los elementos relacionados con la pragmática (que han de considerarse especialmente como antecedentes directos del presente libro, sin que sea objetivo de este desarrollarlos exhaustivamente hasta agotarlos) son, entre otros, la conciencia metapragmática (los usos del lenguaje que generan mayor efectividad para una intención determinada), el significado del hablante (la comunicación misma de las intenciones del hablante más allá de la información concreta, lo que hace posible la conciencia metapragmática), las interacciones al hablar (de especial importancia para esta obra, pues hacen referencia directa a lo que hacemos con la voz y el cuerpo), las inferencias y el contexto (como parte integral de lo que se comunica), los actos del habla (la relación directa o indirecta entre palabras y acciones concretas), como elementos simultáneos o con relaciones de causa-efecto, con énfasis en lo locutivo (lo que se dice específicamente), lo ilocutivo (lo que no es explícito pero igual se comunica) y lo perlocutivo (las consecuencias generadas por ellos). Todo esto considerando a Portoles (2004) y a Escandell (1996).

Los conceptos listados, entre otros más que se derivan del análisis detallado de cada uno, conducen a una mirada a la comunicación oral desde una perspectiva en la que no solo importan los qués, sino también los cómos, tanto en los componentes verbales como en los no verbales de la comunicación, lo cual se convierte en un eje articulador del amplio inventario de acciones y usos que revisaremos desde nuestra experiencia para abordar aspectos de la comunicación que consideramos decisivos.

El concepto de información pragmática resulta de especial utilidad, y a su lado el del entorno cognoscitivo compartido (basándonos en Escandell, 1996), ya que nos permiten aproximarnos a la información (general, situacional y contextual) que fluye en una interacción. Si a esto se suma la intención (lo que se quiere decir más allá de lo que se dice), resulta clara la diferencia entre un significado (lo que alguien dice, visto desde lo puramente lingüístico) y una interpretación (lo que alguien entiende de lo que otra persona dice, como suma de todos los factores que lo rodean).

de qué manerala comunicación cotidiana puede ser más efectiva y persuasiva