DATOS DE LA COLECCIÓN

COLECCIÓN
PEQUEÑOS GRANDES ENSAYOS

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DIRECTOR FUNDADOR
Hernán Lara Zavala

Universidad Nacional Autónoma de México
Coordinación de Difusión Cultural
Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial

PRÓLOGO

Para presentar el famoso ensayo de Kant Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración? ofreceremos al lector un cuadro cronológico con los principales acontecimientos de la Europa del siglo XVIII que nos permita destacar las principales características del llamado “Siglo de las luces” y haremos un breve repaso del contexto en el que aparece el ensayo kantiano.

Ilustración es un término que suele denotar el período que va desde los primeros años del siglo XVIII hasta el ocaso del mismo. Una de sus expresiones más emblemáticas fue la Encyclopédie o Diccionario razonado de ciencias, artes y oficios, en el cual se ponía a disposición de la clase media, en lenguaje claro, todos los conocimientos hasta entonces existentes sólo en difíciles tratados científicos. Así, pasaron a ser propiedad común de las clases cultas todos los conocimientos, desde las teorías científicas de Newton hasta las teorías sociales de Loke. Era la clase media la que leía y escribía los libros, la que construía y vivía en los edificios, la que pintaba y adquiría los cuadros, la que componía y escuchaba la música. En efecto, se consideraba que la razón era una facultad compartida por todos los que decidían cultivarla y que no existen campos privilegiados de los cuales la crítica racional debería ser excluida. El empeño en valerse de la razón llevó a admitir que toda verdad puede y debe ser puesta bajo la luz de la razón y abrió a la crítica dominios que hasta ese momento le estaban vedados. Se extendió la indagación racional al dominio de la religión y la política y se produjo una liberación de las poderosas trabas que la tradición oponía a la libre investigación. En materia de religión, la Ilustración logró que la religión no resultara un instrumento de gobierno y dio nacimiento a la tolerancia, entendida como convivencia pacífica de las diferentes confesiones religiosas. En su lucha contra la ignorancia y el prejuicio, la Ilustración permitió al hombre sustraerse de la fatalidad histórica y acuñó una concepción de la historia como devenir abierto a la obra del hombre. Así, la personificación que Goethe hizo de Fausto y de Prometeo, el Don Juan de Mozart y el barbero de Sevilla de Beu- marchais, fueron seres humanos independientes y autónomos que desafiaron los convencionalismos y se colocaron en abierta rebeldía contra los privilegios aristocráticos hereditarios. La crítica racional no se aplicó solamente a los conocimientos y creencias; también cuestionó los alcances y los límites de los poderes cognoscitivos mismos así como de las restantes facultades humanas. En el vocabulario del siglo XVIII el término razón no entrañaba fría intelectualidad y así Rousseau, por ejemplo, la tiñó con un tono emocional más hondo que denotaba tocar las cuerdas sensibles de los lectores. Así, se dio inicio a un trabajo eficaz de reflexión racional sobre las facultades humanas que no ha sido interrumpido a partir de entonces.

Pasemos ahora a decir unas breves palabras respecto del contexto más específico en el que aparece publicado el ensayo de Kant que el lector tiene en sus manos. El teólogo y pastor Johann Friedrich Zöllner (1753-1804) era miembro de un célebre grupo de pensadores ilustrados localizado en Berlín denominado Berliner Gesellschaft für Aufklärung wirkender Gelehrter, cuyo órgano oficial era la Berlinische Monatsschrift (Revista mensual de Berlín) dirigida por Johann Erich Biester (1749-1816) y Friedrich Gedike (1754-1803). Esta fue una revista muy apreciada por Kant en la que publicó numerosos trabajos y en la cual, en el decir del propio Biester, se perseguía como meta difundir la libertad de pensamiento, el derecho de cada quien a la investigación y el romper las cadenas de la falsedad y el error.1 En septiembre de 1783 se envió a dicha revista una nota anónima a favor de la abolición del matrimonio religioso; el desconocido autor sostenía que los sacerdotes y ministros no debían intervenir en la ceremonia del matrimonio ya que ese acto contradecía el espíritu de la Ilustración. En diciembre del mismo año el joven teólogo Zöllnerrespondió a dicha nota y publicó en la misma revista un escrito en el que buscaba poner en guardia a sus lectores contra los excesos cometidos en nombre de la causa que él defendía; Zöllner sostenía que los principios de la moralidad estaban tambaleándose y que a ello contribuía la decadencia de la religión. Zöllnerse preguntaba: “¿Qué es la Ilustración?; ésta cuestión es casi tan importante como ¿qué es la verdad? Y debe ser realmente respondida antes de que uno empiece a ilustrarse. Sin embargo, yo no he hallado ninguna respuesta en parte alguna”. Fue así como desde diciembre de 1783 el problema de la definición de “Ilustración” se puso en el programa de trabajo y discusiones de este grupo de famosos eruditos y ésta fue la pregunta que Kant se propuso responder. No fue Kant el único en recoger la pregunta del joven teólogo y de hecho ésta generó una polémica en la que intervinieron numerosos pensadores, baste citar entre ellos a Christian Garve, Moses Mendelssohn, Johann Georg Hamann, Johann Gottfried Herder, etcétera. También podemos considerar que con esta obra Kant toma partido a favor de la postura de Moses Mendelssohn, quien en 1783 había publicado su ensayo Jerusalem, en el cual defendía la libertad de conciencia y sostenía la imposibilidad jurídica de limitarla.

Durante septiembre de 1784 Kant envió a la antes citada revista berlinesa su Respuesta a la pregunta ¿Qué es la ilustración, respondiendo así a la pregunta que el reverendo Zöllner dejara planteada. La revista publicó la respuesta de Kant en diciembre de ese mismo año.

En la primera línea del escrito, Kant ofrece su respuesta a dicha pregunta: es la salida del hombre de su auto culpable minoría de edad. Minoría de edad es para Kant la incapacidad de valerse del propio entendimiento sin tutela alguna. Y esa incapacidad es culpable cuando su causa no es la falta de entendimiento, sino la pereza y la cobardía para servirse de éste sin sujetarse a la dirección de otro. A juicio de Kant debemos atrevernos a pensar por nosotros mismos; para él la máxima de la Ilustración es ¡Sapere aude! 2 Notemos que Kant está haciendo una paráfrasis de la expresión de Horacio, a la cual glosa como Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento o bien, Ten la valentía de utilizar tu propia inteligencia.

Veremos que en este ensayo Kant elogia el gobierno de Federico II (1712-1786), el Grande, como el monarca ilustrado que se anticipó a todos los demás de su época. Federico II tuvo un largo reinado de 46 años, desde 1740 hastal786, época que coincide con una parte muy importante de la vida de Kant (1724-1804). Federico II también era conocido como el rey filósofo porque durante su juventud había estudiado filosofía, mantenía correspondencia con famosos filósofos y era amigo de Voltaire, quien pasó largas temporadas de su vida en la corte de Federico II. Durante su largo reinado introdujo reformas inspiradas en la Ilustración. Impulsó la codificación del Derecho prusiano, reformándolo según el principio de que la ley debía servir para proteger a los más débiles; logró la abolición de la tortura, la independencia judicial y la igualdad ante la Ley. Fomentó la colonización con inmigrantes de las zonas más despobladas y atrasadas del país. Practicó un proteccionismo aduanero sistemático en apoyo de la industria nacional. Fue un gran protector de la ciencia y de la cultura, a las que impregnó de influencias francesas. Refundo la Academia de Ciencias prusiana. Apoyó materialmente a escritores y artistas y él mismo fue un ensayista bastante prolífico. Desarrolló las artes y las ciencias, introdujo mejoras educativas y culturales, gubernamentales y sociales. Promovió también la libertad de comunicación y de imprenta. Así por ejemplo, su ministro von Zedlitz, a quien Kant dedicó su Crítica de la razón pura, había rehabilitado en sus cargos a los pastores Johann August Starck y Johann Heinrich Schulz, quienes habían sido perseguidos por sus respectivos consistorios tras haber publicado libros considerados inadecuados respecto de las exigencias de su ministerio.

Una decidida, pero no ingenua, confianza en la razón humana resume la obra de Kant. Tal confianza se manifiesta en un uso crítico y público, abierto y desprejuiciado de la facultad humana más distintiva. El propósito que se persigue es liberarse de las relaciones deshumanizadas y las tiranías políticas, las supersticiones religiosas y los prejuicios morales, los dogmas metafísicos y la rigidez de las tradiciones no cuestionadas. Kant coloca el acento en el uso auto-crítico y constructivo de la razón. No la considera un cúmulo fijo de conocimientos o verdades, sino una facultad o fuerza que sólo puede comprenderse plenamente ejerciéndola y explicándola. Su función más importante es crear vínculos, establecer relaciones, construir puentes, integrar y armonizar el todo del quehacer humano. Estos son los rasgos que veremos emerger en el pequeño gran ensayo que el lector tiene en sus manos.

EMMANUEL KANT


¿Qué es ser ilustrado?

Prólogo, traducción y cronología de
DULCE MARÍA GRANJA

imag1

UNAM

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
 2012

 

RESPUESTA A LA PREGUNTA ¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?

Ilustración es la salida del hombre de su culpable minoría de edad. Minoría de edad significa imposibilidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo¡Sapere aude!Ilustración.